¡Ya lo Tienes!
Muchos cristianos creen que Dios puede hacer cualquier cosa. Pero no creen que Él ha hecho mucho. Estas personas quieren que el Señor los bendiga, pero en realidad Él ya lo hizo. La clave para resolver este dilema es dejar de dudar y empezar a creer.
¿Qué necesitas que el Señor haga por ti? ¿Necesitas que el Señor te sane? ¿Qué hay de la prosperidad? ¿Necesitas más recursos económicos? La verdad es que no necesitas que el Señor haga algo más por ti. Él ya ha hecho su parte. Ya lo tienes, sea lo que sea.
Esto puede sonar como una locura para algunos de ustedes. Podrías estar pensando, “Pero tengo un diagnóstico del doctor que dice que yo no tengo cura o tú no has visto mi cuenta bancaria”. Pero a pesar de la situación en la que te encuentras, la verdad es que Dios ya te ha dado lo que necesitas.
La segunda epístola de Pedro 1:3 dice,
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
Lo único que nos falta es conocimiento.
La mayoría de los cristianos creen que Dios puede hacer cualquier cosa, pero muchos creen que no ha hecho mucho por ellos. Viven con una actitud constante de tratar de hacer que Dios haga algo. Le ruegan a Dios que actúe a través del reavivamiento, la sanidad, la prosperidad, etc. Corren de una reunión a otra, tratando de obtener algo de Dios. Pero ya lo tienen todo.
La Biblia dice,
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Efesios 1:3
Esto dice que Él ya “nos bendijo con toda bendición espiritual “, dando a entender que ya está hecho. Ya tienes todas las bendiciones espirituales. Por lo tanto, pedirle a Dios o esperar a que te bendiga es contraproducente.
Jesús ya te dio Todo lo que Pudieras Necesitar
Pero, sin embargo, el común de los cristianos comienza desde esa posición. Si sus cuerpos están enfermos, en vez de empezar con la actitud de que “por Sus heridas, fui sanado” (1 P. 2:24) o “tengo el mismo poder que resucitó a Jesús de los muertos viviendo en mí” (Ef. 1:19-20), ellos toman el diagnóstico del médico o el dolor en sus cuerpos y dicen: ” Dios, estoy enfermo, ¿podrías sanarme?” ¡Ellos empiezan a encaminarse hacia la victoria, en vez de venir de la victoria!
Una vez, estaba orando para que mi hijo sanara, quien en ese tiempo era muy pequeño. Yo no veía que él sanaba, así que le pregunté a Dios: “¿Qué pasa?” El Señor me dijo: “Estás luchando para que tu hijo sane en vez de luchar porque él ya ha sido sanado”. Tú podrías decir, “Yo no veo la diferencia”. ¡Hay una gran diferencia! El Señor me dijo que yo estaba tratando de hacer que Dios hiciera algo en vez de defender la sanidad de mi hijo y simplemente liberar lo que Jesús ya había suministrado.
Si no entendiste esto, entonces te puedo garantizar que ésta es una de las razones principales por las que no estás recibiendo de Dios. Necesitas obtener una revelación de esto. Jesús ya ha proporcionado todo lo que pudieras necesitar. Ya estás bendecido con todas las bendiciones espirituales, ¡todas!
La clave para que yo entendiera estas cosas fue la revelación que el Señor me dio que he titulado Espíritu, Alma y Cuerpo. Dios es un Espíritu (Jn. 4:24), y Él se mueve en el reino espiritual. Ver o no ver una manifestación física de lo que Dios ha hecho en el reino espiritual depende de lo que creemos y de cómo actuemos, no de lo que Él ya ha hecho.
Dios ya ha Derramado Su Amor por ti
No depende del Señor sanarnos; Él ya nos ha sanado (1 P. 2:24). Pero Dios nos dio Su poder milagroso para liberarlo en nuestras vidas.
Ya se ha proporcionado la sanidad. Ya se ha proporcionado la prosperidad económica. La alegría y la paz y todo lo que pudieras necesitar emocionalmente también ya fue suministrado. Si estás teniendo un día malo, si las cosas no van bien, si no te sientes bien, no tienes que aceptar el desánimo, la desesperación y la desesperanza. Sin embargo, el cristiano medio acepta estas ideas, diciendo: “Oh Dios, te pido que me toques. Te pido que me des alegría”. La Biblia dice que ya has recibido todas estas cosas. Entonces la pregunta lógica que se presenta es esta: “Bueno, ¿y dónde está?”
En Gálatas 5:22-23, dice que el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza están en ti si has nacido de nuevo. ¡Está justo ahí en tu espíritu! Hay mucha gente que viene a mí y me dice: “Simplemente no siento el amor de Dios. ¿Podrías orar para que Dios libere Su amor por mí?” La mayoría de la gente piensa que ésta es una gran petición. Pero asumen que es culpa de Dios que no sientan Su amor.
La verdad es que Dios ya ha derramado Su amor por ti. Mira lo que dice aquí en Romanos:
Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos 5:5b
¡Dios te ama, independientemente de que lo sientas o no! Su amor ha sido derramado en tu corazón, dicho en otras palabras, en tu espíritu. Y Su amor no depende de tus buenas acciones, o tu santidad.
Ya Estás Bendecido
Tienes que empezar tomando la actitud de que “Dios ya lo ha proporcionado todo, y si no siento Su amor, no es que Dios no dio Su amor; es que no me he dado cuenta de lo que tengo”. Cuando sabes que ya tienes algo, eso elimina la dificultad. Remueve la condenación de tu vida. Te saca de una mentalidad legalista que dice que tienes que tratar de ganar las cosas de Dios. Elimina la duda. ¿Cómo podrías dudar que conseguirás algo que ya tienes? Es así de simple.
En mis reuniones, a veces me acerco a alguien y le doy mi Biblia. Entonces le pregunto a esa persona: “Ahora bien, ¿qué haría yo si ahora me pidieras mi Biblia? ¿Cómo respondería?” Probablemente sólo la miraría y me quedaría callado. Muchos cristianos, cuando oran por lo que ya tienen, están recibiendo un silencio absoluto de parte del Señor. Es porque Dios ya les ha dado todo lo que necesitan.
Si Dios pudiera confundirse, creo que estaría confundido, diciendo: “Les dije en Mi Palabra que ya son bendecidos, sanados, prosperados y que tienen un gozo y una paz plenos en sus espíritus. ¿Por qué me están pidiendo por lo que ya tienen? ¿Por qué me piden que vaya a sus servicios cuando Yo ya les dije que siempre estaré donde estén dos o tres congregados? ¿Por qué me piden que vaya con ellos cuando dije que nunca los dejaré ni los abandonaré?”
Una vez más, regreso a Efesios 1:3, “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido [en tiempo pasado] con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (los corchetes son míos).
Los Tesoros del Cielo Están en Ti
Ahora bien, dice que esas bendiciones espirituales están en los lugares celestiales en Cristo, pero eso significa que están en ti porque tú estás en Cristo, que es lo que dice el siguiente versículo:
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
Efesios 1:4ª
Filemón 1:6 es otro versículo que explica esta verdad. Pablo oraba “ para que la participación de tu fe sea eficaz“—eso significa que tu fe comenzará a funcionar—“ en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús”. ¿Te das cuenta?, ¡todo lo bueno ya está en ti en Cristo! ¡Ya lo tienes! Y Él dijo que nunca te dejará ni te abandonará (He. 13:5). Así que, en lugar de orar “Señor, espero que estés conmigo esta semana, si es Tu voluntad, por el amor de Jesús” o “Oh Dios, ¿dónde estás? Dios, ¿podrías amarme? No siento el amor de Dios”, ora así, “Gracias, Padre, que Tú nunca me dejarás, siempre estás aquí. Gracias por tu bondad. Empieza a reconocer las cosas buenas que la Palabra dice que ya están dentro de ti, y entonces tu fe comenzará a ser eficaz. Empezarás a ver que estas cosas se manifiestan en tu vida. ¡Eso es mucho más fácil que suplicarle y suplicarle a Dios que venga!
Dios ya hizo Su parte. Cuando Jesús murió en la cruz, dijo: “ Consumado es” (Jn. 19:30). Y la Escritura revela en Efesios 1:20 que Jesús ahora está sentado a la diestra del Padre. Él ya no sigue trabajando porque ya lo hizo. ¡Consumado es!
¡Tú Debes Responderle a Dios!
¿Necesitas ser sanado hoy? Ya está hecho. Jesús tomó tus llagas en Su cuerpo hace 2.000 años. ¿Necesitas ser salvo? 1 Juan 2:2 dice que “ Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. Él ya ha perdonado los pecados de todo el mundo. No es cuestión de si Dios te perdonará; Él ya perdonó los pecados. ¿Recibirás Su perdón? ¿Pondrás tu fe en lo que Jesús hizo? Esa es la cuestión.
Dios ya te perdonó. Ya te ha sanado. Ya ha mandado Su bendición sobre ti y tus finanzas. Ya te dio amor, alegría y paz. ¡No necesitas que Dios te responda; tú debes aprender a responderle a Dios! Es más fácil defender algo que ya tienes que ir a buscar algo que no tienes.
Eso es muy poderoso, pero aquí es donde tantos cristianos se pierden. Saben que Dios puede hacer todas estas cosas, pero no creen que ya haya hecho algo. Comienzan desde una posición de incredulidad. Están en desacuerdo con la Palabra de Dios. En cuanto a la sanidad, la manera correcta de hacerlo es tomar lo que dice Proverbios 18:21 —“La muerte y la vida están en el poder de la lengua”—y hay que comenzar a liberar este poder sobre la enfermedad y la dolencia diciendo: “Le declaro la muerte a esta enfermedad. La maldigo y le ordeno que se vaya de mí. Dios, declaro sobre mi cuerpo la vida que tú ya has puesto en mi interior. Yo libero esa vida para que fluya en todo mi cuerpo”. Así es como empiezas a cooperar con Dios.
Tenemos que empezar a creer que ya han sucedido cosas que no podemos ver, probar, oír, oler ni sentir.
Dios ya Hizo Su Parte
Creemos que hay señales de televisión y radio en el ambiente, aunque no podemos verlas. Sabemos que lo único que tenemos que hacer es tomar un televisor, prenderlo, sintonizarlo y nos daremos cuenta de que esas señales estuvieron ahí todo el tiempo. Pero tenemos que comenzar a aplicar esto a las cosas espirituales. No debemos limitar este concepto sólo a nuestro ámbito físico.
Hay más que lo que puedes percibir con tus cinco sentidos. Hay algo más que tu ámbito emocional. Hay un espíritu en tu interior y hay un reino espiritual donde Dios ya ha hecho Su parte. Si no te relacionas con lo espiritual adecuadamente, vas a ser inestable en tu vida cristiana, algo que ha llevado al cuerpo de Cristo a muchas distorsiones. Necesitas vivir con la perspectiva de que Dios ya lo ha hecho todo. Él ya ha proporcionado todo lo que necesitas. No se trata de hacer que Dios actúe en tu vida; la cuestión es que te encamines hacia un acuerdo con Él para qué recibas lo que ya ha proporcionado.
Texto bíblico: Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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